La investigación comenzó tras múltiples denuncias de familias que habían sufrido violentos ingresos en sus viviendas. Los delincuentes actuaban con rapidez y aprovechaban la confusión generada por portar indumentaria que simulaba la de la Policía. Esta modalidad generó temor en barrios de Roca, Allen, Villa Regina y también en sectores residenciales de la capital neuquina.
Con el avance de las pesquisas, se logró identificar domicilios vinculados a la organización, que ya tiene tras las rejas a varios de sus integrantes. Tres de ellos en la zona norte de Roca, mientras que el cuarto funcionaba como una supuesta agencia inmobiliaria en pleno centro. Allí se hallaron documentos que revelan operaciones sospechosas, lo que refuerza la hipótesis de que la banda utilizaba fachadas comerciales para encubrir sus actividades.
Además de las detenciones, el secuestro de dinero en dos monedas, dispositivos digitales y vestimenta símil policial confirma la magnitud del entramado. Los investigadores sostienen que estos elementos eran utilizados para planificar y ejecutar los ataques, generando un escenario de engaño y violencia que afectó a vecinos de distintas edades, desde adultos mayores hasta familias jóvenes.
El despliegue contó con la participación de equipos especializados de varias ciudades del Alto Valle, incluyendo grupos tácticos del COER y Gabinetes de Criminalística. La coordinación interjurisdiccional fue clave para garantizar la seguridad durante los allanamientos y transmitir confianza a la comunidad.
Este resultado marca un paso firme en la lucha contra el delito organizado en la región. La investigación continúa, pero el golpe dado a esta banda representa un alivio para cientos de vecinos que habían visto alterada su tranquilidad por hechos de extrema violencia.