La iniciativa tuvo como objetivo central promover la inclusión social de las personas con discapacidad, garantizando igualdad de oportunidades y la participación plena en todas las actividades propuestas.
Desde la SENAF se trabajó en consonancia con el Modelo Social de la Discapacidad, entendiendo que la discapacidad no reside en la persona sino en las barreras físicas, las actitudes negativas y las situaciones de exclusión social que impone una sociedad determinada.
La motricidad, en todas sus variantes y posibilidades, constituye un medio fundamental en cada etapa del desarrollo humano, especialmente durante los primeros años de vida, por lo que su abordaje resultó clave para el crecimiento integral de las infancias.
El profesor de Educación Física, Juan Pilquinao, manifestó que “siempre estamos estimulando la sensibilidad, la exploración y la acción motriz de los chicos; durante este año fue siempre de mayor a menor, generando secuencias para el desarrollo, que es fundamental para esta etapa de vida”
Por su parte, Daniela Di Carli, integrante del equipo técnico afirmó que “se notaron muchos avances, los niños y niñas han explorado sus posibilidades de juego, de movimiento, se los nota más seguros”
De esta manera, la incorporación de herramientas y recursos específicos fue un factor determinante para responder de manera adecuada a las necesidades propias del desarrollo infantil, favoreciendo experiencias significativas y respetuosas de los tiempos y procesos individuales.