Ante la aparición de síntomas es importante consultar en el Centro de Salud más cercano, vacunarse y evitar automedicarse.
La jefa de Epidemiología, Odila Arellano, indicó que “las infecciones respiratorias agudas son un grupo de enfermedades que afectan el aparato respiratorio, por lo general, pueden ser causadas por virus o bacterias, se dan más en los meses de invierno. Si son de origen viral, duran aproximadamente siete días”.
Respecto a los síntomas dijo que “las infecciones se manifiestan de diferentes formas: tos, dolor de cabeza o muscular, congestión nasal, dificultad respiratoria, decaimiento, falta de apetito, acompañados o no de fiebre alta, mayor a 38 grados”.
Asimismo, continuó explicando que “la complicación más grave es la neumonía, cuando los síntomas cada vez se agravan más. Las bronquiolitis, también, en menores de dos años, cuando presentan respiración agitada, tos con ahogo, dejan de tomar la teta, duermen mucho y cambian el color de la piel porque no oxigenan bien. Siempre hay que consultar al médico, acercarse al Hospital o al Centro de Salud”.
Medidas preventivas
Para evitar infecciones respiratorias es importante la vacunación antigripal.
Además de embarazadas en cualquier etapa de gestación y el personal de Salud, deben aplicarse la vacuna antigripal las puérperas -hasta los 10 días posteriores al parto-, las niñas y niños de 6 meses a 2 años de edad (dos dosis anuales), y mayores de 65 años.
También deben vacunarse las personas de 2 a 64 años con patologías de base, como diabetes, VIH, trasplantes, obesidad, hipertensión y afecciones respiratorias y cardíacas. Estas personas deberán concurrir a los vacunatorios con una certificación médica del riesgo.
Entre las recomendaciones preventivas se incluyen, asimismo, algunas medidas higiénicas, como el lavado frecuente de manos con agua y jabón; tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, cubrirse con el ángulo interno del codo la boca y la nariz al estornudar y ventilar los ambientes de la casa permitiendo la renovación del aire y la entrada del sol.
Al respecto Arellano señaló que “si una persona está enferma debe tratar de no tener contacto con otras, autoaislarse, quedarse en reposo, no ir al trabajo para no contagiar; nunca automedicarse”.
Haciendo referencia a los bebés puntualizó “lo fundamental es la leche materna porque le transmite defensas y los previene de la mayoría de las enfermedades, además, no exponer a los niños al humo del cigarrillo, lavarles las manos con agua y jabón y mantenerlos alejados de las personas con síntomas respiratorios. Protegerlos de las bajas temperaturas.”