Al respecto desde Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de Río Negro, remarcaron que se debe acostar al bebé boca arriba, amamantarlo cada vez que lo pida. Mantener al bebé con una temperatura adecuada (cálida), sin abrigo excesivo. No fumar en la casa donde habita el bebé, entre otras medidas.
“La muerte súbita del un lactante es un enigma médico, pero tiene una estrategia educacional de alta eficacia: colocar al bebé boca arriba para dormir”, afirman los especialistas en un documento elaborado por Unicef.
Sobre este tema desde Salud, Isabel Posse amplió “todos los estudios realizados durante la última década concluyen que los niños que duermen boca arriba tienen entre tres y doce veces menos riesgo de fallecer”.
Además de la posición, Posse aconsejó “la cuna tiene que estar libre de almohadas, chichoneras, ropa enrollada, juguetes; el colchón debe ser firme y estar cubierto exclusivamente por una sábana fina, los brazos del bebé deben quedar libres y asegurarse que su cabeza quede descubierta. Si hace mucho frío es preferible ponerle al niño más ropa, sin abrigarlo en exceso, y no cargar la cuna con mantas”.
Además, continuó que “durante los primeros meses de vida hacemos mucho hincapié en los beneficios de la lactancia materna pero aconsejamos que el lactante duerma en su propia cuna ubicada al lado de la cama de la madre, es decir no dejamos de promover el contacto madre e hijo pero con ciertos cuidados”
Lactancia materna
Según expertos, es un factor protector del síndrome de muerte súbita del lactante. Amamantar es la manera natural y óptima de alimentar a los bebés. La leche humana tiene características únicas de la especie humana, nutrientes adecuados al acelerado crecimiento del cerebro de los bebés, factores antiinfecciosos que protegen de numerosas enfermedades: diarrea, enterocolitis necrotizante, neumonía, otitis, alergia, eczema, etcétera.
Las mujeres que amamantan sufren menos hemorragias, anemia, cáncer y logran recuperar más fácilmente su peso habitual. Además la lactancia exclusiva a libre demanda (de ocho a doce mamadas de día y de noche) contribuye a espaciar los nacimientos durante los primeros seis meses de vida del bebé, siempre que éste no reciba ningún otro alimento y la madre no menstrúe.
La lactancia materna es el único alimento que necesitan los bebés en sus primeros seis meses, sin agregar agua, jugo o té. A partir de los seis meses se recomienda complementar con alimentos nutritivos y adecuados y continuar con la lactancia materna hasta que madre e hijo decidan el destete (la recomendación nacional e internacional es prolongar la lactancia hasta los dos años o más, con alimentación complementaria oportuna y adecuada).